tras bajar por el citado camino llegamos a una casa
de piedra (como no puede ser de otra forma) que nos recordó a algún paso anterior por la zona, y tras unos minutos de gps conectión cruzamos una verja y sin tiempo para pensar si era el camino correcto comenzamos a subir y a subir y otra vez a subir...... no es que fuera larga ni "dura" al menos para mi (uff ya parezco el Tete) pero el desconocimiento del recorrido parecía no tener fin, incluso Albert que llevaba mucho tiempo sin subirse a la bici supero
Como siempre que hacemos una ruta nueva la envidia de los que no vienen les corroe y entonan su " pues si ustedes habéis subido nosotros también queremos ". Así que la siguiente ruta ya tenia el recorrido fijado e incluso Pedro y yo en secreto habíamos planeado también el "variat" de la etapa y desde la noche anterior nos enviábamos fotos de la preparación de la sorpresa ilusionados como niños con su primera excursión escolar....
Esta vez yo era el único que repetía ruta así que serví de guia.
Como siempre salimos de Son Moix dirección a es moli d´es Comte donde Pedro nos esperaba y desde allí partimos junto a Eu y nuestro "internacional" Juan, sin parar hasta el camino del Buñolí, mas cargado que de constumbre y es que el taperware (creo que se escribe así) que llevaba en la mochila me lo estaba clavando en la espalda y el peso se notaba pero la sorpresa podía mas que todo.
Una vez metidos en ese frondoso camino cuajado de vegetación que nos ofrecía sus sombras y sus frutos como bellotas y madroños a modo de avituallamiento, no obstante Juan ya se había "gelificado" y solo esperaba el restaurante prometido al final del trayecto para reponer las fuerzas perdidas. La subida no era muy dura aunque a veces se hacia larga y se aprovechaba para unas clásicas fotos en movimiento (esta claro quien saca siempre el móvil para sacarlas y al final no sale).
Como todo esfuerzo al final tiene su recompensa y la nuestra mejor no podía ser esto resucitaba a un muerto así que la resurrección en el " monte de buñolí " fue instantánea y la bajada hacia Palma rápida.
Después de tan inesperado para algunos avituallamiento y comprobando las fotos con el Isostar riojano se puede apreciar que lo pasamos estupendamente ,quizás enturbado al final cuando nos incorporábamos a la carretera de Puigpunyent - Palma donde tras pasarnos un grupo de ciclistas por delante unos metros después uno de ellos había sufrido una caída delante nuestra y quedo durante unos minutos inconsciente entre la cuneta y la carretera, tras auxiliarle junto con sus compañeros, Matias (veterano ciclista) afortunadamente pudo haciendo caso omiso a todas nuestras replicas incorporarse y lleno de magulladuras, golpes en la cara, pecho y extremidades dar gracias a su casco porque viendo el estado en que quedo hizo su función salvadora. Aprovecho desde aquí para incidir en la importancia de llevar el casco.
Por último quiero y para que tengamos un final de publicación mas apropiado a nuestro blog y con buen humor os dejo una imagen que bien pudiera ser el nuevo escudo de Madrid del "oso y el madroño"